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«GUISO DE POLLO PARA EL ALMA»
CON SHIITAKE Y DONG QUAI
«Que tu medicina sea tu alimento y el alimento tu medicina»
Hipócrates
GUISO DE POLLO PARA EL ALMA Y RAMEN

Con Shiitake y Dong Quai (raíz de angélica sinensis)
Hoy os traigo una receta riquísima en todos los sentidos. Me he inspirado para hacerla, curioseando varias recetas de la cocina tradicional china por internet. Como en aquel precioso libro «Sopa de pollo para el alma» de Jack Canfield y Mark Victor Hansen, esta receta que he bautizado casi con el mismo nombre, contiene los ingredientes necesarios para nutrirnos profundamente.
Podríamos afirmar que es una receta-medicina, además de que también es un «dos en uno». Quiero decir, que tendrás dos guisos en una sola receta: el guiso de pollo con las plantas medicinales y el Ramen, hecho con parte del caldo del guiso, vegetales y algas. Un plato completamente nutritivo, que al sumar la presencia del hongo Shiitake ayudará también a nuestro sistema inmunitario, tan necesario en estos tiempos de Covid.
La Medicina Tradicional China, no tiene una tendencia vegetariana. Mezcla los alimentos de origen animal, con vegetales, cereales, (principalmente el arroz), legumbres, frutos y plantas. Todo en su justa medida. Aun así, me muero por explorar una versión vegetariana de este mismo plato, en la que podríamos sustituir el pollo de corral, por Seitán (para los que no tengan intolerancia al gluten) o por unas albondiguillas caseras de Azuquis.
¿Qué se os ocurre? ¡Se agradecen un montón las posibles sugerencias, para la receta vegetariana!
INGREDIENTES DEL GUISO (para 4 personas)
1 pollo de corral, troceado a porciones
Dang Quai (raíz de Angélica Sinensis),
2 láminas (no os excedáis porque es amarga)
Shiitake, de 12 o 14 hongos puestos en remojo la noche anterior.
Gou gi zi (Bayas de Goji), 1 cucharadita por persona.
Hong Zao (Fructus Jujubae) son una especie de dátiles rojos, pondremos unos 20 dátiles.
Aceite de oliva, 3 cucharadas soperas.
Sal, al gusto.
Vino Shaoxing (es un vino chino de arroz), vertimos un buen chorro.
Salsa de soja (preferentemente orgánica), 2cucharadas soperas
INGREDIENTES PARA EL RAMEN (para 4 personas)
2 paquetes de fideos de arroz para Ramen
Unas hojas de acelgas frescas1 puerro
2 zanahoriasUnas hojas de col china
2 huevos ecológicos
Alga nori o wakame, un puñadito
La mitad del caldo del guiso de pollo½ litro de agua
Todos los ingredientes, excepto Dang Quai (la Angélica Sinensis), podéis encontrarlos en cualquier comercio oriental. Personalmente, compro la Angélica (y el resto de mis plantitas chinas) en la Casa de la Armonía Asiática, en el Eixample de Barcelona.
También podéis pedirla por internet pues hasta Amazon ¡la tiene!
Preparación del guiso
Habremos hidratado el Shiitake la noche de antes, reservando el agua para añadirla a nuestro guiso. Troceamos los hongos Shiitake en cuatro porciones (en función del tamaño que tengan). Pondremos en una cazuela las 3 cucharadas de aceite de oliva y comenzaremos a cocinar el pollo de corral, ya sazonado y troceado, durante unos 10 minutos.
Debemos dejarlo un poco doradito, aunque en el interior seguirá crudo.
Después añadiremos: la angélica sinensis, los dátiles rojos, el vino, el agua del shiitake y cubriremos el pollo y el resto de los ingredientes con agua. Dejaremos que empiece a hervir y que se vaya cocinando, tapado y a fuego lento. Pasados 20 minutos, añadiremos las bayas de Goji (si lo hacemos antes, se deshacen) y 2 cucharadas de la salsa de soja, (a ser posible orgánica que es de más calidad y menos salada).
Seguiremos cociéndolo todo durante 25 minutos más.
Finalmente, probaremos el caldo y si es necesario, añadiremos un poco más de salsa de salsa de soja. Ahora, lo colaremos todo, reservando la mitad del caldo para el Ramen. Con el resto haremos la salsa del pollo.
*Es importante retirar los restos de Angélica porque podrían amargar en el plato.
Finalmente, disolveremos una cucharadita de Maizena en un poco de agua, con un cazo del caldo y la añadimos a nuestro guiso, dejándolo cocer unos minutos más.
¡Y ya estará listo para ser emplatado!
Preparación del Ramen
Lavamos y troceamos las verduras y las ponemos en una cazuela, junto con el caldo del guiso que habíamos reservado, más la misma cantidad de agua (3/4 litro)Hervimos todo tapado durante 20 minutos. Los últimos minutos de cocción añadiremos el Ramen de arroz, las algas y los dos huevos duros (para servirlo los cortaremos por la mitad)Cuando ya esté apagado el fuego, añadiremos una cucharada sopera de Miso y volveremos a removerlo todo.
Esto último, no es imprescindible. Hazlo si te gusta el sabor del miso, porque, además, enriquecerá el Ramen. Lo puedes servir en un bol para cada comensal, al lado del guiso de pollo.¡
¡Créedme que la combinación de ambos, además súper power es deliciosa!
*Para no extenderme demasiado, en el próximo post os compartiré las propiedades de cada una de las plantas de la MTC que he usado en la elaboración de esta receta.
El final del verano y el elemento tierra
El final del verano, marca en medicina china, el ascenso del poder del elemento Tierra. Es la época de la madurez, cuando todo lo que ha crecido y se ha desarrollado durante la primavera y el verano se encuentra disponible para ser cosechado.
La Tierra, está representada por aquellos días al final del verano justo antes de que se instaure el otoño. A lo largo del año, también hay unos días de transición en los que decae la vibración de un elemento y la energía queda en reposo antes de que se instaure el siguiente. Estos días, también corresponden al elemento Tierra.
La Tierra es el suelo que nos alimenta, el terreno que nos sitúa en el tiempo y el espacio aportándonos estabilidad. Pensar en esta metáfora nos ayuda a comprenderlo mejor: «Un árbol es tan firme, como el terreno donde se enraíza»
Los órganos que representan este elemento son: el Estómago (de energía yang)
y el Bazo (de energía yin).
En MTC le damos un gran valor al equilibrio de la energía de Bazo, ya que ejerce varias funciones sumamente importantes. La primera es la de «transporte y transformación». Es la que permite el ascenso del «Qi puro» (la energía nutritiva) de la esencia que contienen los alimentos que ingerimos. Otra función energética no menos importante, es la de intervenir en la formación de la sangre. Por eso, decimos que el Bazo «controla la sangre». En la mujer, esto influirá directamente en sus ciclos menstruales. Cuando hay frío y humedad interior, los ciclos serán más dolorosos.
Bazo tiene una energía de «sostén».
Es la madre, la nutrición, el cielo posterior.
El clima que se le atribuye es la «humedad». El sabor: el dulce y el color: el amarillo-naranja.
Una dieta con un exceso de azúcares, salsas, harinas refinadas, bollería, lácteos y alimentos de naturaleza fría, provoca en nuestro organismo un exceso de humedad que, a largo o corto plazo, genera un desequilibrio energético que puede afectarnos a nivel físico, emocional y psíquico.
La cualidad emocional que se le atribuye a la Tierra es la reflexión.
Sus manifestaciones psíquicas positivas son: la confianza, la compasión, la perspicacia, el espíritu práctico y una sana autoestima.
Por el contrario, si la Tierra está en desequilibrio habrá una tendencia al pensamiento excesivo (en bucle o repetitivo), a la duda, a la preocupación e incluso, a la obsesión.
Podríamos decir que es como el pez que se muerde la cola; un exceso de preocupación y reflexión tiene tendencia a generar síntomas de desequilibrio en nuestra Tierra y este desequilibrio, tiende a generar un exceso de reflexión, preocupación y dudas. Por esta razón, cuando estamos muy preocupados, o en etapas de un exceso de esfuerzo mental (p.ej. los estudiantes en la época de exámenes) nuestra energía de Bazo se ve debilitada.
Como la Tierra es el elemento central, su estado de equilibrio hace florecer en nosotros: la autoconfianza, la seguridad y la conexión con nuestra esencia. Un buen Qi de Bazo nos proporciona, emocional y mentalmente, el «centro» y la autoestima que necesitamos para fluir en armonía con la vida.
Pero en nuestro mundo occidental, tendemos a abusar de alimentos y bebidas frías (helados, refrescos, cervecitas, etc) durante el verano y es bastante frecuente salir de esta estación con la Tierra «por los suelos» como consecuencia de todos esos excesos que no le gustan nada a nuestro Bazo.
A un nivel más físico, la Tierra en desequilibrio tiende a generar: pesadez (sobre todo de piernas), dolor de cabeza o sensación de embotamiento, retención de líquidos (por la humedad acumulada), hinchazón abdominal y acidez estomacal.
Por todo esto, es en su estación predominante cuando más esfuerzo debemos hacer para recuperarnos de la posible deficiencia energética que, inconscientemente, nos hemos ido provocando a lo largo del verano. Eso nos permitirá transitar el otoño con una energía de Tierra restablecida.
¿Y qué podemos hacer para restablecer el elemento Tierra?
En primer lugar, la alimentación es muy importante. De su calidad energética va a depender que entremos en el otoño bien adaptados o en un estado de desequilibrio, que tenderá a resfriarnos continuamente.
¿Sabías que la mucosidad que eliminamos con un resfriado es una manera eficiente que tiene nuestro organismo de liberarse del exceso de humedad acumulado en el verano?
En cuanto va cediendo el calor del clima, el cuerpo debe eliminar la humedad y los líquidos retenidos. Hablamos de «resfriados otoñales» y al contrario de lo que la creencia popular nos dice, no son un error de nuestro organismo sino un sabio intento de restablecer el equilibrio. En este momento del año, NO nos resfriamos por un «frío externo» sino por la propia humedad interna, que está intentando salir de nuestro organismo. Si frenamos o interrumpimos este proceso de descarga, el desequilibrio tenderá a ser cada vez mayor y permaneceremos inadaptados conforme avance la estación, provocando que nuestro cuerpo siga intentando una y otra vez la limpieza con un resfriado tras otro, que pueden llegar a prolongarse hasta el invierno.
En estos momentos tan críticos que estamos atravesando a nivel mundial con la pandemia, es muy importante que pongamos especial atención en el cuidado de nuestra «Tierra».
Es momento de desprenderse de los lácteos, de los vegetales crudos, del exceso de refrescos y de frutas del verano (de energía yin).
En el hemisferio norte, a pesar del cambio climático, ya empezamos a sentir que todo empieza a oler a otoño. Ha iniciado un nuevo ciclo escolar, los días se acortan, las hojas comienzan a caer… (a veces también nuestro cabello). Es el tiempo de la cosecha y es, también muy buen momento para nuestros proyectos. Tal vez por eso, instintivamente muchos de nosotros sentimos que con el otoño inicia un nuevo ciclo.
Es tiempo de ser SEMILLA, de sembrar en nosotros: amor, cuidados, buenos hábitos, que no dejaran de proporcionarnos salud y bienestar a nivel físico, mental y emocional.
La MTC tiene herramientas muy eficaces para la tonificación y el equilibrio del elemento Tierra como son: la acupuntura, la moxibustión, la fitoterapia, el masaje tuina o shiatsu y la práctica del Qi Gong.
Con los puntos de acupuntura adecuados, la moxibustión y la fitoterapia (el tratamiento con plantas y raíces), podemos ayudar a nuestro cuerpo a eliminar el exceso de humedad retenida y prepararnos para el cambio de estación con una energía renovada.
Os deseo a todos, ¡un feliz otoño!