MUJER CÍCLICA, MUJER SABIA
El óvulo, la célula más grande de nuestro cuerpo, nos recuerda a una luna llena. Cada mes, si no hay fecundación, esta célula, «chispa de vida», muere y se expulsa a través del sangrado menstrual. ¿Sabes? Durante el sangrado, algo muy interno tiene la oportunidad de ser transformado en nosotras para renacer y crecer en el siguiente ciclo.
Debemos comprender, que lo que nos sucede físicamente se corresponde con lo que estamos sintiendo a nivel emocional. La mayoría de mujeres, estamos más blanditas durante el sangrado. Nos sentimos más sensibles e intuitivamente, algo nos dice que es momento de conectar con nuestra naturaleza sabia. Cuando el sangrado cesa, volvemos a ascender hormonalmente, recuperando nuevas fuerzas.
Aproximadamente en 28 días una mujer atraviesa su ciclo de fertilidad y, como la luna, también pasa por 4 fases. Por esta razón, somos «4 mujeres» compartiendo el mismo cuerpo. Nuestra naturaleza es cíclica, está en constante cambio durante el mes. Pero a veces, no somos conscientes de ello y nos cuesta vivir en armonía con nuestros ciclos. A menudo, NO nos aceptamos en esos cambios e intentamos continuar con la rutina de nuestras vidas, al margen de ellos. Esto nos sucede, porque tenemos una agenda que cumplir y obligaciones que nos reclaman. La sociedad nos exige, mientras nuestra naturaleza más íntima nos pide sabiamente: recogimiento y mostrar en esos día, una sola faceta de nosotras mismas. Cuando ciclo tras ciclo, NO nos lo permitimos tienden a aparecer algunos problemas… El estrés emocional, los dolores menstruales, las enfermedades de nuestros órganos femeninos, que no se sienten escuchados y el desequilibrio energético.
Querida mujer, menstrúes o no, el útero representa tu CASA. Es tu NIDO, tu lugar, tu espacio de pertenencia. La medicina tradicional china, nos enseña que el útero está conectado con el corazón a través de un canal o meridiano energético. Por esta razón cuando hay problemas emocionales, la energía del útero también puede «resentirse» y hacer que sintamos más dolorosos nuestros ciclos. Debemos comprender que el útero no es solo el espacio para dar vida a un hijo biológico, sino que es nuestra fuente de creación en el más puro sentido. Cuando nace de nosotras la parte más creativa, lo está haciendo a través de su energía. Porque la energía creativa se impulsa desde ahí, desde el hogar, desde la casa. Por esta razón, de nuestra matriz no solo nacen hijos físicos, sino también energéticos, fruto de la creatividad que todas somos y llevamos dentro.
«El útero representa la casa. Es tu nido, tu lugar, tu espacio de pertenencia»