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Kintsugi (金継ぎ)

El Kintsugi es el arte japonés de reparar con oro.

Kintsugi, el arte japonés de reparar los objetos con oro.

Poéticamente se traduce como “carpintería dorada” y es un arte tradicional japonés que consiste en reparar piezas de cerámica rotas de una manera muy bella y singular. Los artesanos, en vez de usar un pegamento, utilizan un esmalte especial espolvoreado con oro, plata o platino. El resultado son hermosas “costuras” que hacen que las grietas de la pieza brillen, dándole un aspecto único. Esta técnica también es conocida como Kintsukuroi, o “reparación con oro”.

La palabra Kintsukuroi viene de 金 que significa oro y 繕い que es reparar o remendar.

Fascinada por este arte, decidí reparar mis pequeñas Diosas con kintsugi. La Diosa de Avalon,  que adquirí el verano pasado en Glastonbury—ya se me ha fracturado ¡dos veces por el mismo sitio!— y la Diosa Isis, a la que se le quebró, accidentalmente, una de sus alas.

Me gusta imaginar que estas pequeñas diosas también son un reflejo y espejo de mi propia diosa interna,  herida en el pasado y reparada con un Auto-Amor-Dorado, en el que no alcanzo a visualizar las cicatrices del kintsugi, que aún continúa sanando y embelleciendo mis viejas heridas femeninas.

La belleza de este arte japonés es que celebra la historia y la vida de cada objeto al hacer énfasis en sus fracturas, en vez de ocultarlas o disimularlas. Le da una nueva vida a la pieza al transformarla en un objeto aún más bello de lo que era originalmente. Metafóricamente siento que lo mismo sucede en nosotros. La herida nos proporciona un gran aprendizaje, nos hace más sensibles, más compasivos, más humanos. El Kintsugi nos habla de resiliencia. Del arte de embellecerse después de la “herida” y de cómo a través de ella pasa la belleza del aprendizaje y la pura luz del oro.

Y como imagino que te preguntarás qué herramientas he empleado tanto conmigo misma como con otras personas para reparar las heridas con el mismo mimo y autocuidado que el kintsugi, a continuación te mencionaré alguna de las medicinas que tienen un gran poder reparador.

  • La medicina del contacto con la naturaleza (Somos naturaleza, por eso ella guarda y nos entrega el poder para sanarnos)
  • La autoescucha, dando espacio al duelo y a la voz interior
  • Las esencias florales del Dr. Bach, como por ejemplo Star of Bethlehem
  • La danza o la práctica de yoga o de Qi gong

En el próximo post te hablaré de Star of Bethlehem, mientras tanto solo deseo que puedas sentir que tienes el poder de sanarte embelleciendo, en ese proceso, tus heridas y cicatrices, como hace el artesano japonés con el kintsugi.

Con amor, Mayde

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