Las jaulas

Amanecer en el Guinardó

Usted no tiene patria ni ha venido a este mundo a conquistar su suelo. Usted no tiene jaula ni jaulero. No tiene un corazón dueño de nada ni de nadie. Ni nada ni nadie,  debiera ser dueño de usted o de su corazón. El  hecho, no es que usted tenga un corazón sino que debiera ser su corazón. Ser, en cada uno de sus gestos y  latidos y hacer de él su oficio por y para el mundo. 

Y usted y yo, que sabemos que somos nuestros verdaderos sabios, vivimos en peligro de extinción, porque hay demasiados que piensan que los hombres deben ser los dueños y señores de  cosas a las que pusieron nombre. Y las cosas son solo eso y cuantas más poseemos, menos espacio  queda para ser y más poder otorgamos a los que proclaman: ¡Esto es la felicidad!

Pero usted y yo, sabemos que hay demasiada gente que se muere de hambre por el mundo, mientras otros siguen poseyendo y repiten y repiten: ¡Esto es la felicidad!

Y sabemos, que cada uno tiene sus baremos para los momentos hermosos que vivimos, al margen de las tantas cosas que en ellos poseímos. Sabemos que hay gente con la que nos sentimos al instante en armonía y otra, de la que desearíamos escapar nada más verla.

Ya aprendimos, que esta Tierra es redonda, que todo es cíclico y que seguiremos girando con el planeta preguntándonos por qué estamos aquí. Sabemos que existe un universo inmenso, que el hombre lanza naves al espacio y que hasta a pisado la luna. 

Sabemos que las leyes naturales establecen un orden preciso y que existen diferentes dioses y religiones y tantas, tantas guerras abiertas por el mundo como feroces poseedores de seres y cosas valiosas.

Y sin embargo, usted y yo que como pájaros soñamos nuestro vuelo  y como niños sonreímos al miedo ante el espejo; como hijos del putísimo progreso, vivimos  en enjambres de cemento, hechos por el hombre y su glorioso deseo de ser amo y señor de cosas que le hacen esclavo y le llenan de vacua felicidad las manos. 

Vivimos lejos de la naturaleza, ajenos a sus leyes y verdades, entregados al progreso, mientras que otros siguen muriendo de hambre y opresión.

Pero ¡oh! nosotros, afortunados, seguimos a cobijo en enjambres luminosos que nos ocultan las jaulas de nuestros propios miedos.

Y es así como usted y yo, hemos llegado a este punto de dejar a tan mal recaudo nuestra propia libertad a otros. Como usted y yo, tan dignos y tan sabios, vivimos en una confortable pero estrecha jaula.

Como usted y yo y otros tantos tantísimos tontos, nos estamos convirtiendo en nuestros propios jauleros.

…Ya no se trata de guerra de sexos o géneros, sino de «los buenos contra los malos»

Este hermoso vídeo ha sido tomado del muro de Facebook
de Kata Yakuyane Aho

Luna llena en Virgo

Esta luna llena en Virgo, nos está invitando a meditar.

Y también a pensar un poquito más profundo. Pero no desde esa mente, del día a día que gobierna la mayor parte de nuestros momentos. Esa a la que podemos llamar: “la chunga” o la “la loquita de la casa”, porque loquitos nos vuelve. No, esa no.

Os hablo de otra mente mucho más sabia y profunda: la mente neutral. La que observa a vista de pájaro, a tu propio Ser y Estar mientras estás meditando…

Y esa mente, es la que hoy me ha transmitido: “El mundo ha de ser un lugar integrativo“. Quiero decir, la Tierra, este lugar hermoso que estamos todos co-habitando ha de ser un lugar integrativo.

Dicen las culturas ancestrales, que antes de nacer elegimos a nuestra familia; a nuestros padres biológicos, a nuestros hermanos…

También dicen que elegimos, el lugar del planeta  dónde deseamos empezar a crecer en esta vida. El lugar donde vamos a ser educados y donde vamos a educar a nuestros hijos (si es que decidimos tenerlos).

Pues bien, no en todos los lugares del mundo la vida es igual de sencilla. Tampoco hay las mismas riquezas naturales ni el mismo clima. Pero sí me parece, de suma importancia que si es verdad esa posibilidad (para mí totalmente cierta) de que cada ser, en este mundo, ha elegido aquello que necesitaba para su evolución, debemos respetar esa elección.

Porque no es lo mismo Zimbabwe que México, ni Estados unidos que Sudáfrica, ni España que Afganistán, y la lista de comparaciones sabéis que podría ser interminable, incluso en el interior del mismo país…

Sin embargo, ahí estamos: lanzando aullidos contra todo lo que NO, nos está pareciendo correcto según nuestra cultura, nuestros patrones, nuestro prisma y nuestra forma de ver la realidad (…un poco más de la loquita de la casa y del juicio, desde un lugar no sabio)

Y yo hoy siento que ya no se trata de aullar, sino de intentar un nuevo camino hacia la compasión y el respeto.

Y que si acaso cabe, que cabe, una última lucha que sea ahora: la de los “buenos contra los malos”. Y para mí, desde la mente neutral, los “buenos” son los que ya empezaron a despertar o están despiertos y los “malos” los que estando aún completamente dormidos, siguen enredados en los patrones repetitivos y dañinos de la matrix.

Así es como estoy sintiendo, que los “buenos o despiertos” de cada Estado, de cada cultura, de cada Religión y de cada pequeño rincón de este mundo, planeta tierra, Gaia, Pachamamita hermosa,, Madre Tierra, Hija de las Estrellas…

Estamos ya empezando a ser llamados a ayudar de la mejor manera que sepamos,  al despertar de los “malos o dormidos” del mundo.

Un día, en Can Taura, la hermosa finca donde viven mis amigos Kratu y Esther,  estábamos teniendo una preciosa charla de sobremesa, cuando Kratu (un tremendo sabio-chamán- acuariano) nos empezó a hablar a todos de la necesidad de: “empezar a encender bombillitas”  Y me pareció esa, una metáfora mágica y preciosa, sobre la que he reflexionado mucho desde entonces, porque yo también lo siento así.

Estas imágenes de Can Taura
fueron tomadas en un encuentro de Tambores y cantos medicina

Así que queridos míos, hombres y mujeres “despertando” en este mundo: empecemos ya  a “encender bombillitas”

Esta hermosa Luna de Virgo, nos está pidiendo también que nos pongamos al servicio. Desde el corazón, al servicio. Porque ese es el verdadero camino y el que más felices nos va a hacer en esta vida.

Entregar lo que llevamos, lo que somos, lo que sentimos en el corazón. Y ponerlo al servicio de la humanidad, con todo nuestro amor y todos nuestros dones y talentos.

¿Sabes cocinar maravillosamente y disfrutas haciéndolo? Hazlo y compártelo con los que amas, sin ego.

¿Sabes escribir relatos o sientes que lo tuyo es escribir poesía? Hazlo y compártelo (sin ego, si puede ser, jeje)

¿Te gusta cantar o eres músico? Canta y comparte tu música (también sin ego, por favor)

¿No sabes aún lo qué te gusta hacer o se te podría dar mejor hacer?

Entonces, medita, pasea por la naturaleza, o corre (si es lo que más te centra o te libera)

… Y atrévete a escuchar la voz de tu corazón. Déjatelo sentir, y que te cuente qué es lo que más feliz te hace y entonces, sencillamente: hazlo.

Es sólo eso, lo que quería venir a contaros hoy. Porque después de esta potente oleada del 8 de marzo de feminismo (justa y necesaria); esta nueva Luna Llena en Virgo, nos está invitando a meditar para así también poder permitirnos Ver y Sentir; que ya tampoco se trata de lucha de géneros, ni de cambiar el más obsoleto Patriarcado por un nuevo Matriarcado de corriente feminista. ¡Ya no toca eso! ¡Creerme, por favor!

Porque si seguimos así, haciéndolo de esa manera, queridos míos, seguiremos siendo el pez que se muerde perpetuamente la cola.

Y aquí ya no hay cola, ni pez que valga la pena morder.

Se trata solamente, de una última lucha: “la de los “buenos/despiertos”, de cada género, contra los “malos/dormidos” también de cada género.

Y también se trata, como dice mi amigo-hermanito Kratu, de cumplir un mágico sueño altamente realizable: el de ayudar a “encender bombillitas” a nuestro alrededor (sin ego y con mucho respeto y humildad, claro está)

Y que esas nuevas bombillitas, al mismo tiempo, ayuden a prender un poco más la Luz del mundo. ¿Podéis imaginaros?

La Tierra

Gaia

Pachamamita

Hermosa Madre Tierra

Hija de las Estrellas…

¿Llenándose, cada vez más y más, de nuevas bombillitas encendidas?

Imágenes obtenidas en la red
(desconozco autoría)

PD…Gracias infinitas por estar aquí, y pido disculpas a todo aquel que tal vez llegó hasta aquí esperando leer un poco de eso que llamamos poesía…

Ahora voy descubriendo que disfruto mucho más haciendo esto y lo hago.

MM

Un verbo en femenino (Poemas en femenino para el día de la mujer)

Y yo, que nunca he sido maestra sino rama del sauce y de la aurora.

Que he venido a esta tierra para contar su historia, tan sólo porque vivo en la memoria de los hombres que me han visto la tez desangelada y la esperanza muda…

Yo, que ya no soy un «yo» sino un anhelo. Que algunas veces, me vuelo en alas de la noche y caigo y me recojo. Me ahondo desde el lodo más profundo, infrinjo entre los versos, las ruinas de una vida sostenida en mis credos de mujer; «mis puedos y mis valgos» y mi próximo epitafio, que aún lejano escribo.

Yo; que respiro y no me basta el aire, ni siquiera, del huracán el gemido me basto.

Y sólo aprendo entonces a vivir con lo puesto. Suspiro intensamente y a veces me contemplo y me contengo. Y sé, que a pesar de todo y aunque mil veces me rompa…  Voy a seguir siendo la de la niña y la hebra de jade, la del amor angelado guardado en cofres de esperanza.

Y Él, que no sabe, que antes que de la rémora y la noche, me nutro de los broches y las voces de los tiempos, las cunas y los ritmos del tesón. Y lo hago porque aún me creo, que voy a serle fiel a ésta de mi piel. Y sobrevivo ¡Joder! ¡Me sobrevivo! A tientas y no en vano, despierto, día tras día, en llamas y en peligro de extinción.

No ves, que mis jirones tampoco son azules y ahora ya se llaman: la roja y brava vida. Que de la vida vengo y hacia la vida voy, a ríos, porque la amo inmensamente, a saco roto, la amo.

Y ya no me la doblo, ni me la bebo a sorbos largos y hoy, a día hoy me sé lentita de morir; pues llevo el pecho abierto de tanto amanecerme en brazos de la sombra y a sombras contra el sol, he ido erupcionando y sólo soy la voz de un verbo en femenino. Un sueño para el aire, un manojo de versos para el son de los soles que alumbran mi horizonte. No ves que a veces grito mi derrota, digo tu nombre y parto en dos al viento: tu risa y tu demora de amor en movimiento…

Que si soy la que llora, también nado en mi llanto como el delfín azul navega por sus noches oceánicas y se desmuere en trinos, feroz de sí para nacer de su llanto y de su cántico libre… ¡Libre Ser y libre Vivirse!!

Imagen obtenida en la red

Y tú qué dices Luz, y no me dices ¡Ven!!

¿Pero dónde entonces la luz?

Cuando tantas veces la he visto cómo llega. Avanza despacito; me palpa, me desgarra, me huye, me persigue. Otra y otra y otra vez.

Liviana y tan hermosa; se viste con mi piel, la de la entraña y me dice sin voz, tan absoluta de sí misma como absoluta es la certeza del sueño que amanece en el pecho desnudo de mi pequeña loba.

Y llega, se anuncia en la mañana. Se nombra sin sus versos, tan infinita es, que solamente dicta:

La luz, tu luz… Eres tú

La primigenia impronta, la vida en tus arterias, tu útero sangrando, tu tiento, el verso abierto, tus flancos, tus fracasos.

Tus tantos intentos, en vano de hallar justo al «maestro», mientras no puedes ver que el maestro: tú, para tu piel ya eres. Tú, para tu sueño tangible y precioso. Tu vida contra el buque del viento, tu alma del lamento, los Nortes del desahucio, aquellos que salvaste y perdiste tantas veces…

Tu paz y tu equilibrio, tu himen roto y tu honra, tu latido perpetuo de niña universal, tus manos sobre el vientre umbilical. La hebra que trepa y al corazón asciende… ¡Joder la luz…!

Que también pudo ser; los tiempos en la sombra y el temido delirio del amor. Y ahora, justo ahora, en este amor que borras cuando escribes. En este amor que callas cuando dices; también eres la luz porque él te teme, pues sólo en ti se ve su blanca blanca, blanca sombra y no te quiere ver, ni tampoco te nombra:

En tu mujer de piel

En tu mujer de aurora

Aquello no era amor

Vincent Van Gogh
Vincent Van Gogh
«Paisaje con pareja que pasea»

Ahora ella llevaba un marcapasos y él tenía una ciruelita creciéndole en la próstata. Los mirabas y podías convencerte en dos instantes: eso era lo grande y eso era el amor. La carita de mamá cansada, pero siempre agradecida de poder seguir acompañándolo un día más. Y su mano posada sobre aquel aparatito oculto bajo su pecho, amo de un tic-tac acelerado cuando a él lo llamaban a la sala de tratamientos. Entonces ella abría su libro, trataba vanamente de leer alguna línea y se llenaba mansa de lágrimas. Cuando él salía, se besaban, volvían a cogerse de la mano, partían nuevamente hacia el tumulto de la calle, cogían el autobús y llegaban a casa.

La casa, el hogar siempre limpio. Un lienzo del océano luciendo en el lugar más visible del salón, dos butaquitas en la salita y un televisor para la hora boba de la siesta y el calor de los años. Eso era el amor. 

Pero nosotros no.

Nosotros, no nos amamos. Tú lo definiste muy bien: fuimos viajeros del tiempo. Una fugaz reconexión. Cobardes como los frágiles. Tan locos. Tan animales. Corazones errantes, que dirían. Insensatos, sigo pensando yo.

Hacíamos el amor y aquello era saltar del Himalaya. Colisionar en cada poro de la piel batallas. Alma, corazón, entraña, rendición.

No, aquello no era amor.

Aquello era la vida.

Aquello era el Big-bang, viajero.

Los mapas

Imagen de Teresa Salvador.
Imagen de Teresa Salvador. «Fábulas» en Flickr

Recompongo los mapas que me nombran. Hablan de mí y a tientas me recorro.

Mirad, este territorio. Estos pedacitos de tierra he sido. 

Las huellas que atesoraron en mi cuerpo un palmo a palmo.  

Un compendio de historias conjugando mi memoria de haberes y riesgos.

Imaginar…

Cada gramo de amor o derrota: un maldito poema

Esto que me quema, que insiste y me evapora he sido…

¡Un incendio con vistas a la ciudad del mar!

Lo piensas y se te eriza la piel…

¿Se puede ser fogata y azul? ¿Volar de precipicios ajenos?

¿Caer de ti? ¡Huir! Humana y victoriosa

Toda la ciclotimia de estos días. ¡Eso soy!

Pero que cada gramo de calma, cuando llegue la noche y la escriba sea para decir que, obviamente, me he estado soñando en la mujer que nunca he sido.

Una mujer de aire no cabe en este mundo…

Yo soy fractal, como el fuego. Conozco bien mi elemento. Me amaban y parecía un lanza llamas. Si nombraban el fuego, allá que iba.  

Un corazón fragmentado se reconoce verde. Por eso soy esta inexplorada selva mía. Soy mi aborigen. Mi enredadera. Mi intransferible mujer vivida.

Hace un año y tres meses de la huida. 

Y te has quedado enredado a mi ira como una letanía por no darte un lugar. Por no admitir que sí, que sucedió. Y yo, lo siento,  no pude amarte, hombre triste. Y no nos respetamos. 

Pero he aquí mi patria. Bajito la pronuncio… 

¡Qué nadie ose a robar mi libertad! Cómo amo este páramo, océano de mí. He aquí el mar, mi lado bueno.

Y ahora sí por fin: reconocer. Y entonces, reconstruir los mapas del pasado. 

Amor, amada, casa_ me decías. Tu pequeño país: mi vientre vencido. 

Y ahora tú: ¡volar! ocupar tu lugar merecido y yo admitirlo. 

Camino, derrota, aprendizaje. Amor humano al fin y al cabo.

Pasado no presente. Ni riesgo en mí, ni límite. 

Espacio no furia. No ira ya. No pobre niña mía, ya…
Y entonces tú; edad dormida,  herida,  mirlo, negro mirlo, perdido hombre niño, hogar de barro, ocupa, hangar en vientre mío. 

¡Perdón! ¡Hangar  enmohecido!

¡Partir! Salir de mí. Salir. 

Trepar los muros de tu excusa o de mi culpa, ciudad caída…

Camina, camina. Ocupa tu lugar.   

                                  ¡Partir!

                                                       ¡Salir de mí!

                                                                 ¡Volar!

Nadie nos borra los poemas

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Ahora sólo intuyes que la caída es libre. La distancia es un arma de doble filo. Si se te acerca disparas y si se aleja, ya no elegirías ser tú el muerto. Entonces la soledad de los huesos cobra un sentido. Que nadie rompa este insomnio. La esfera de la noche en llamas. Que nadie venga a preguntar por qué no ha sido.

Le amaba por conjugar la locura. Volaba y cruzaba el charco. Océano manso. Un hogar en un cuerpo de lobo. Su irrealidad este pozo. Díganle, por favor, que nunca le he pertenecido. Este lenguaje es mi casa. Aquí no me arrepiento de nada. Hablo de transparencia, de haber salido de la jaula. De estar soñando que vivo. Que ahora ya conozco la osadía. La niña de trapo. Que yo misma nos salvo. Reconozco mi nombre, Venus al norte, a mi gatita dormida sobre el escritorio. Este lenguaje es nuestra casa. Nosotras tenemos garras. Ahora, vivimos en la noche sanas y salvas de los depredadores.

Nadie nos borra los poemas.  

Si un poeta se enamora de ti

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Si un poeta se enamora de ti…

Tendrás que acostumbrarte a su torpeza

A su particular manera de transgredirlo todo

A su hermosa tristeza tras los ojos

A sus mil y un recodos, a sus cien averías,

a sus cantos, sus esquinas, a su inocencia herida

A su boca de bala

A su niño interior, a su niño por fuera,

a sus cien mil infantes bailando con la vida

Tendrás que convivir con la utopía,

que se siente a tu mesa y se beba tu vino,

que se oville en tu cama hasta el amanecer

que desnude tu celo y se enrede en tu ser

Si un poeta te ama…

Tendrás que acostumbrarte a que te lleve en su verso

A la daga y el fuego en la palabra,

a la tierra minada de sus sueños,

al puto resplandor de su mirada,

al ciervo mestizo que recorre su sangre,

a sus manos de rama,

a su beso endiablado, a sus huesos de blanda esperanza,

a su cielo clemátide, a que vuele y se alce y te abandone un poco

A que regrese roto, a que quiera salvarte del mundo,

a que quiera salvarte de él

A que duerma en tu piel

y se escriba en tu sueño otra historia, otro nombre, otra aurora

Si un poeta se enamora de ti…

Tendrás que armarte de paciencia,

creer de nuevo en la belleza, en el vuelco, en los sueños de aire

Morir en la derrota humana

Tendrás que levantarte una mañana

Y preguntarte al leerlo: ¿Este soy yo?

¿Así es como me ama?

Y querrás que te borre en lo escrito,

o querrás que te nombre

y te lleve a un camino donde seas motivo y leyenda

que hilvane su boca proscrita

Si un poeta se enamora de ti,

entonces, estarás perdido…

Tendrás que contagiarte de su mala cabeza,

beberte su locura, sorbo tras sorbo,

amar como los ciegos su roja libertad,

vivir en la palabra y saber que no has de morir nunca,

porque si un poeta te ama de verdad…

Tendrás que acostumbrarte

a ser poema

Mayde Molina

*Publicado en mi antiguo blog: mujer de aire
http://mujerdeaire.blogspot.com.es/2013/11/si-un-poeta-se-enamora-de-ti.html
*Imagen obtenida de la red

Presunto estado del bienestar

imagen obtenida de la red
Imagen obtenida de la red

Me pregunto en qué telediario denunciarán sus hechos. Cuándo la caja boba nos dirá: «son estos»…. Los más pulcros verdugos, los que juegan a dioses.  Los dueños del veneno que corre por la tierra. El que está coronando los pueblos y los días.  El que solamente existe para elevar a sueño lo imprescindible…

«Tener un puesto en el mundo. Un salario digno. Un estado  del bienestar cuidando de ti y de los tuyos.  Enseñándoles a crecer y abastecerse.                                                                                                                      A ser un día hombres libres…»

Pero ¡NO!  Los ministros del gran capitalismo, NO nos quieren libres.

Los que roban dinero, prevarican y comen los mejores manjares. Pero cagan veneno. ¡Cicuta sobre nosotros! Los que otorgan: ahora, tú te aprietas más la soga  y tú: ¡Revientaaaas!

Y yo, que estoy naciendo como un liquen en medio de esta furia para agarrar la piedra…     A esta sociedad la estoy llamando judas, culpa, angustia.

¡¡Estoy pidiendo auxilio y mi voz se pierde en el vacío!!! Pero, ¿Por qué seguimos siendo la misma soledad que toman dos caminos que se cruzan?

¡El liquen sobre  la piedra! o ¡El miedo sobre la furia!

La furia, porque  aquí hay niños que en invierno no llevan sus deberes a la escuela porque a las cinco es de noche y en su casa no llegan para pagar la luz. ¡Niños que crecen con el rostro azul de la miseria!

Joder ¡Qué le den trigo al hambre y  no le hablen de austeridad!  Que vayan con su supuesto «estado del bienestar» al llanto periférico de la ciudad; a la esquina que recoge la sombra a capela del inmigrante, del mendigo, o de la prostituta que todos juzgan sin conocer su historia.

Pero dicen nuestros verdugos: que esperemos, porque estamos saliendo de la crisis…    ¡Que lleven a sus hijos a las colas del paro y pongan en sus manos la oscura dote del miedo y la angustia!

Joder, que le hablen de espera al hombre de más cincuenta que vive en la cola del paro, o al anciano solitario al que siguen recortando su mísera pensión. Que le hablen de espera y estado del bienestar a mi hijo adolescente al que dentro de dos años no podré pagar la universidad, mientras siguen ganando «ellos»

Y hoy aquí esperamos que ganen nuestros versos y yo, que os reconozco que llevo una mujerdeaire metida en mi cabeza, lo que más quiero es: ¡Qué ganen nuestros sueños! Que nuestros versos sean rojos, nuestras palabras furias, ¡Piedras que lancemos contra ellos! y ¡Qué venza la cometa de nuestra libertad!

Que nuestra ciudad no sea: esta ciudad caída. Ni nuestras vidas: el sueño que ellos pisan con su codicia.

De esta guerra que os narro….

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Nunca vimos el numen de sus fieles.

Ni les fuimos asfalto. Ni pudimos jamás estrecharles la mano.

Debo aclararos: ¡NO LES PERTENECIMOS!

Más bien malvivimos renegando de ellos

del tuétano hasta el labio y la memoria viviente

en continuo pasado…

Del febril culebreo de sus ciénagos actos

demasiados valientes dieron con la cuneta.

Nosotros perduramos porque son otros tiempos.

No tenemos fusiles.

Ni ostentamos poderes más allá de los gestos, la boca,  la palabra

para asirnos más fuertes al crujir de los versos, sangre de la cuneta.

Es nuestra bala negra o nuestro abecedario.

Os juro por los míos, que los jodidos macabros

hoy nos siguen tachando:

¡De apátridas! ¡de rojos!

Veneno para el germen del pueblo_dicen ellos.

Irreverentes prosaicos, ateos, absurdos inocentes.

Idiotas insumisos con los días contados_dicen ellos.

Nosotros  por nuestro lado les seguimos llamando:

¡Asesinos! ¡Falangistas venéreos!

¡Ministros del infierno,  curas negros!

¡Economistas hambrientos egóicos excelsos

de aquí ordeno y te aplasto!

De esta guerra que os hablo

ya hablaron o callaron mis abuelos

según  fue necesario.

Aunque no os lo parezca perduran ambos bandos.

Los hijos de los hijos_dicen ellos.

Pero hay gente que vive  al margen de que existe.

Normal, aunque increíble.

No hablan de ella jamás en las noticias. Nunca el telediario.

Ni en vallas publicitarias. Ni siquiera el Estado.

Porque en esta guerra fría que ahora os narro:

 nosotros nunca vencimos

y ellos aún no ganaron

Días rebeldes…

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No estar del todo cuerdo y amar el canto y el verso por  puro compromiso con tu sueño. Y sentir el delirio de que no es que estés loco porque andes huyendo de las formas constrictas. Porque vivas en prosa y te sueñes bien lejos del colapso constante con los días opacos, rutinarios y cuervos, en que sientes que mueres entre jaulas.                                 Porque sabes muy bien que  te quieren:  ¡doblada! Que te esperan sin rima y sin riesgo de ti. Resignada ante ellos: los amos de tu futuro liso y medido.                                                                                                                                                  Y te espetan voraces a ser lo consensuado; a tenerte tenaz, comprometida, conforme con tu capa de lana-corderita. Sin daga para ellos, sin palabras rebeldes, sin miradas que sueñen, sin alma de leona.

Pero un día, te atreves a mirarlos sin miedo y te pones tu manto de «resistencia» porque ya queda menos. Te vistes con la esgrima de currante sensata y ofreces lo que puedes, pero no lo que esperan, pero no lo que eres…                                      Y dos o tres veces al año, miras hacia atrás ¡qué ya tienes edad para balances! Y comprendes… ¡qué todo es un perfecto sin sentido! Y yo soy otro yo y no el de aquella. Soy mi voz y mi tiempo ¡Libre de la esgrima!                                                                 Y le llamo poema al dolor escanciado, cuando estar medio muerto es mirar hacia ellos con ojos de borrego y demasiada lluvia sobre la lana. Porque hay una estación que me desgarra el alma si no puedo salirme de la jaula… Y ya sé donde crece la rama en medio del desierto, donde vuelan los pájaros, resucitan mis muertos y mis lágrimas… ¡Mis lágrimas son agua que el corazón emana para no arderme en llamas!

Y te lloras a solas, pero resistes digna como nadie y vuelas cuando acaba  tu  jornada para  llegar a tu hogar, a tu casita digna de ser roble y tormenta y te quitas la capa, corres las cortinas, enciendes una vela y te quemas la herida…                                ¡Sacudes las cenizas, las sombras de otro día, lo que otros dictaron para ti!

¡Nada cabe en tu noche, porque tu noche es tuya!                                                                           Y el futuro es ahora y mi alma en derroche y sin jaula. Y mi dogma «soy yo»  repleta de errores o de puentes tendidos y de sueños que imploro al dios de los cautivos.  Y volveré a ser la rama y aunque llueva mi canto sobre mojado, os diré: «soy esta»… la que arriesga el poema y soy todo lo que llevo vivido por dentro.                        ¡Qué vale más una sola noche de amor  que veinte años bajo el yugo-proyecto de los otros!

Y ya avanza la noche,  me avecina otra aurora. Habré dormido poco, por haberme vivido demasiado despierta. El  café y una ducha templada entramarán a mi cuerpo cada anhelo. Y con mi dócil capa de cordera, empezaré otra mañana a gusto de «ellos» porque ya queda poco…

Porque ya falta nada.Porque ya tengo fuerzas.                                  ¡Porque ya tengo alas!   Porque ya tengo edad para arriesgarlo: ¡TODO!

*Imagen para el texto obtenida de la red