
Recompongo los mapas que me nombran. Hablan de mí y a tientas me recorro.
Mirad, este territorio. Estos pedacitos de tierra he sido.
Las huellas que atesoraron en mi cuerpo un palmo a palmo.
Un compendio de historias conjugando mi memoria de haberes y riesgos.
Imaginar…
Cada gramo de amor o derrota: un maldito poema
Esto que me quema, que insiste y me evapora he sido…
¡Un incendio con vistas a la ciudad del mar!
Lo piensas y se te eriza la piel…
¿Se puede ser fogata y azul? ¿Volar de precipicios ajenos?
¿Caer de ti? ¡Huir! Humana y victoriosa
Toda la ciclotimia de estos días. ¡Eso soy!
Pero que cada gramo de calma, cuando llegue la noche y la escriba sea para decir que, obviamente, me he estado soñando en la mujer que nunca he sido.
Una mujer de aire no cabe en este mundo…
Yo soy fractal, como el fuego. Conozco bien mi elemento. Me amaban y parecía un lanza llamas. Si nombraban el fuego, allá que iba.
Un corazón fragmentado se reconoce verde. Por eso soy esta inexplorada selva mía. Soy mi aborigen. Mi enredadera. Mi intransferible mujer vivida.
Hace un año y tres meses de la huida.
Y te has quedado enredado a mi ira como una letanía por no darte un lugar. Por no admitir que sí, que sucedió. Y yo, lo siento, no pude amarte, hombre triste. Y no nos respetamos.
Pero he aquí mi patria. Bajito la pronuncio…
¡Qué nadie ose a robar mi libertad! Cómo amo este páramo, océano de mí. He aquí el mar, mi lado bueno.
Y ahora sí por fin: reconocer. Y entonces, reconstruir los mapas del pasado.
Amor, amada, casa_ me decías. Tu pequeño país: mi vientre vencido.
Y ahora tú: ¡volar! ocupar tu lugar merecido y yo admitirlo.
Camino, derrota, aprendizaje. Amor humano al fin y al cabo.
Pasado no presente. Ni riesgo en mí, ni límite.
Espacio no furia. No ira ya. No pobre niña mía, ya…
Y entonces tú; edad dormida, herida, mirlo, negro mirlo, perdido hombre niño, hogar de barro, ocupa, hangar en vientre mío.
¡Perdón! ¡Hangar enmohecido!
¡Partir! Salir de mí. Salir.
Trepar los muros de tu excusa o de mi culpa, ciudad caída…
Camina, camina. Ocupa tu lugar.
¡Partir!
¡Salir de mí!
¡Volar!
Bellos versos con ese fondo de nostalgia.
Un abrazo.
Me gustaMe gusta