
Hace un frío inmenso y no puedo recordar si alguna vez mi voz dijo: “te amo”… Si alguna vez mi amor, contuvo un ángel dentro y siendo ángel voló y yo quedé vacía y ausente en este frío.
Es diciembre y el frío ha llegado a mi ciudad para que mi piel no finja que, bajo ella, gobierna aún la nieve y que estas palabras que escribo, desde el más crudo invierno, apenas pueden ser mi candela. Un intento de fogata que deseo prender para que mi corazón se eleve otra vez a 37º.
En la ventana, contemplo un mundo nuevo cargado de luces navideñas y secuencias de Diciembre y ahora no puedo recordar muy bien; si alguna vez dije “te amo” , ni cuánto tiempo ha pasado. Sólo sé que tengo un frío insostenible, sólo mío, que anhela un fueguecito en la palabra que pueda recordarme si alguna vez “alguien” me amó y mi voz pudo decir: “te amo”.
Eso es algo que muchos, a pesar del tiempo y la distancia, nos seguimos preguntando querida amiga.
Un abrazo.
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