“Es lo que tiene una mujer de aire;
la piel del corazón más blanca,
la palma de la mano abierta
el alma ilusionada, casi nueva,
los pechos tibios y serenos
Y tú… que aún sabías leerme desde adentro”
http://mujerdeaire.blogspot.com.es/2012/11/debias-leer-en-mi-una-lluvia-de-octubre.html
publicado en “mujer de aire”
Sueño, luego existo
En todos los precipicios: yo, me salvo. Me caigo desde el abismo hacia mí misma y me salvo. Emerjo de este cuerpo y me salvo. Y empiezo los principios en blanco como quien vuelve a la tierra del “verdadero hombre”. No me hago promesas, simplemente me arriesgo; porque sin riesgo tampoco somos nada. Y me recuerdo a mí misma de repente, de puntillas, en tus ojos y quiero pensar que ahí, sí puede haber un buen comienzo.
En todos los comienzos sueño. Vuelvo a ser la niñita del aire, la que vuela y admira el mundo bajo sus pies. Canto, porque sí. Amo, porque sí. Lloro, si acaso me hace falta. Y en todos los principios doy la vuelta a las palabras. No busco los poemas, quiero decir: precisamente me desenclavo de los versos porque intento no cagarla otra vez en mi “mujer poeta». Porque en todos los comienzos soy intensa y en todos los finales me vuelvo a derramar…
Y entonces llegan los rotos, los precipicios, las jaulas y el puñetero-hombre-del-miedo. Por eso; en todos los finales tiemblo, cuando vuelve un frío inenarrable que parece que padezco sólo yo. Pero al menos, lo intento y existo porque sueño, porque escribo y un día: voy a ser la de mis sueños, aunque ahora duela como un puñal en el vientre y esté saltando de nuevo el jodido precipicio.
En todos los principios soy intensa y en todos los finales parezco de cristal y me vuelvo a herir de sangre.
Pero ahora, todo va a ser distinto porque he arrancado mi raíz del precipicio y ahora sí que vuelo de verdad; como en todos los abismos, como en todos los comienzos y sólo sé que existo: porque tengo desperfectos, porque sueño, porque escribo.
Y porque en todos los principios voy de blanco…
*Si tuviera que elegir una canción para este texto, sin duda sería «Sobreviviendo» de Mercedes Sosa
Mayde, nunca he dudado que llevas dentro una mujer poeta. Que tú misma eres musa del poema. He de decirte que esto que leo sin duda, es de una gran escritora, sin ser yo crítica de nada. Pero sé que no me equivoco.
Un auténtico placer redescubrirte.
Un beso.
Con tu permiso me lo guardo para compartir.
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Mil gracias, cariño. No es que sea mejor ni peor, sino sincero, porque que sale de las vivencias y del dolor del corazón. Un besazo, Carmen
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