Estrella de Belén
Hubiese necesitado tanto aliento
tanto puño a golpe de pecho
o acaso un ejército entero de salvación
para arrancarme del aire a la intemperie
y que las lágrimas brotasen
del espejismo roto
de la jaula por dentro
de la mentira dentro
del níveo temblor sobre el asfalto
Hubiese preferido cualquier tipo de contagio
o un balazo certero en la cabeza
en la raíz nociva del pensamiento de ti
desdoblando las mentiras
como cuerpos sin vida
que rociaron nuestros días
Hubiese necesitado no tener que escribir
jamás de los jamases la sierpe de tus noes
la fría cobardía de tus labios al otro lado del teléfono
lo inútil del fantoche y de mi aullido
tu voz como de duelo
y la excusa más vacía de todo el basto mundo
Hubiese preferido una huida tras otra
tras otra tras otra
una convalecencia en cama
tu rauda soledad de mundo
en mi sal derramada
Hubiese preferido
que hubieses profanado la niñez
de mi esperanza otro maldito mes
y no el puto diciembre
siempre eterno diciembre
O que hubieses entrado como un vándalo
invadiendo otra casa
y no mi corazón de mimbre y sol
Hubiese preferido a un hombre
como los de antes
como los de verdaderamente Hombres
valientes y consecuentes con la vida y sus valores
Con las manos capaces de ganar o perder
con los brazos capaces de querer y poder
con la nobleza en el alma de amar a una mujer
y por ella y por él
salvarse del abismo
Un hombre como los de antes
entero y consecuente
con el valor de cerrar la historia de un amor
antes de su devastación
Hubiese preferido amarte solamente lo preciso
sin excederme nunca
y que tú me hubieses también en eso
ganado la batalla
Que hubieses llegado para arrancar de mí
la jaula del cansancio
la piel de los poemas
mis imperfectas cometas
y la simpleza del aire
Todo eso hubiese preferido
y la SOLEDAD en mayúsculas
y sobre ella
la sed de las acacias derramada
Y sobre todas las cosas
hubiese preferido no haberte preferido nunca
y no cometer la culpa
de haber envejecido trescientos años o más
mi fe en el hombre
Hubiese soportado a cambio
el pavor absoluto de este mundo
el páramo feroz de la mansa tristeza
Hubiese preferido lo ignoto y la locura
que cerrar estos versos vaciándome de ti
por todos los diciembres que tejiste en mí

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