Hace friísimo…

Janice Urnstein Weissman (3)


Tiempo de esquina y párate. De hogar y recogida. Y la voz que vuelve al mundo, al templo que respira hacia adentro. Tiempo de otoño y pulso. De abrazarse o huir de la piel del abrazo.
Tiempo de «hace friísimo», después de tanta lluvia.
He gritado como un liquen que nace a agarrar la piedra. Y aquí, en este frío tan friísimo: ya nadie me escucha.
Qué pequeña la furia, la esfera que gobierna las bondades. Qué rojo el corazón recién zurcido. La rémora del equívoco. El vientre del latido.
Sé que sólo soy lo que camino, lo que he esperado en sueños. Los restos del incendio. Esta pequeña isla, de flor sobre ceniza, que gobierno.
Y todo este friísimo, cuando me abarque el invierno pero tú no me abraces.
La misma soledad que toman dos caminos que se cruzan. El liquen sobre la piedra o el miedo sobre la duda.

Si supieras por qué te he llamado inhóspito, por qué madeja sobre madeja ya casi me has vencido, si supieras por qué te he nombrado: la sed y el límite. O por qué aún, susurro a otros caminos que a ti; te espero y te espero, mientras vestida de quietud me van a dar las diez, las doce, las cien, las uvas.
Pero vestida de quietud, también resumo. Si ya no vas a estar: dame un beso y despídete.
Aléjate y no mires hacia mí.  Mira sólo hacia adentro. Protégete. Contempla siempre el verde y cúrate. Porque yo; caminaré otra vez desnuda por diciembre.
Con esta voz de amor; me empezaré otro sueño, otro abrigo, otra isla, otro límite.
Me agarraré a otro cuerpo, como liquen

y tú, tal vez

también

sabrás

lo que es

friísimo

*Imagen: Janice Ursten Weissman

Publicado por

mayde molina

Escritura, Espiritualidad. Medicina Tradicional China

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s